MUJERES VIAJERAS Y FEMINISMO

Esta semana ha sido la semana de la mujer, una semana que me toca de cerca en todos los ámbitos de la vida. Me considero una feminista, así que quiero dedicar un post del blog a hablar de las mujeres, de sus derechos y de viajar. Porque creo que es necesario hablar de estas cosas y reivindicar nuestros derechos, los derechos de todas. Quiero dejar claro que este blog apoya el feminismo como motor de cambio, y la mayor motivación para ello es que ninguna mujer será completamente libre hasta que no pueda viajar libremente por el mundo sin que violen su integridad ni su vida corra peligro por el hecho de ser mujer.

A veces las mujeres occidentales o europeas nos quedamos adormecidas, porque aquí gracias a dios las cosas han cambiado mucho para las últimas generaciones y tenemos muchos derechos que antes no teníamos. Pero todavía hay muchas cosas que quedan por mejorar y durante el año la gran mayoría nos quedamos cómodas en nuestras sillas de oficina. Por eso creo que es necesario un día como el 8 de marzo aún hoy en día. Para recordarnos que en casa todavía pocos hombres aportan al reparto de tareas – aunque cada vez son más los que sí -, a los cuidados de los hijos, a educar a sus niños en el respeto a la mujer. Todavía existen comentarios donde se cosifica a la mujer, todavía se educa en la barbie y el action man, en el «déjala llorar que las niñas son más sensibles» y en el «niño no llores, que hay que ser valiente». Todavía educamos en roles que perpetúan el sistema machista y patriarcal, aunque pensemos que tenemos mucha libertad y muchos derechos. Si ya desde la educación en nuestra casa se mantiene el machismo, es difícil que llegue a las empresas, a la sociedad, a la cultura, a los medios de comunicación, a las instituciones y, por supuesto, lo que nos interesa aquí: al turismo.

El 8 de marzo a mí me ha ayudado a despertar y a mirar a mi alrededor – espero que a muchas otras también – para ver que a pesar de estar tan cómoda, poder votar, tener mis propiedades, tener libertad de movimiento – en Europa o países occidentales – son cuatro cosas comparadas con todas las que puede hacer el hombre. La primera está en mi mente, en la concepción que tengo de mí misma y de otras como Mujeres. En mi mente existe una lucha feminista constante respecto a mi educación y a los aprendizajes que recibo del mundo. Así que en esta publicación quería tratar algunos temas que creo que como comunicadores en el mundo de los blogueros de viajes debemos sacar a la luz, deben tratarse, debemos concienciar y debemos aportar soluciones.

Retomando la lucha feminista interna, habría que destacar que nosotras mismas mantenemos la limitación y la creencia de que por ser mujeres hay ciertos sitios a los que no podemos viajar, o al menos no sin que nos acompañe un hombre o un grupo muy protegido por un guía (hombre) o con un programa bastante cuidadoso y detallista, porque corremos peligro, porque nos pueden violar, porque «no podré entrar a ese templo y ¿para qué voy a pagar ese dineral si no voy a poder disfrutar de la cultura?», porque nos van a mirar mal si llevo mi ropa de viajar cómoda y un largo etcétera.

En mi caso en particular, no creo que hubiera sido capaz de aventurarme yo sola por la India si no hubiera venido Pedro conmigo. Que él estuviera ahí hacía que todo fuera más fácil. Por desgracia para una feminista, que él fuera un hombre en un país como India era una garantía de protección para mí. Eso estaba en mi mente y es algo contra lo que intento luchar, porque valiente para viajar sola soy, ya lo he hecho muchas veces, pero según a qué destino, en mi mente se enciende una bombilla roja de peligro, allí no puedes pisar, y esa limitación duele.

Es verdad que hay muchas mujeres que viajan solas por un montón de países y yo las admiro. Pero se las trata de «valientes», de «rompedoras», de «arriesgadas» y no de simplemente «viajeras». No puedo estar más agradecida de que existan mujeres así, que nos sirven de ejemplo. Pero esas valientes son eso, valientes, y además son sólo unas pocas. Y ¿alguien ha pensado por qué se las trata de superwomans? Ellas no están libres de peligro. Están expuestas a abusos, ninguneos y muchas de ellas sienten miedo. Si sentimos miedo es que sigue existiendo un problema. No escucho a ningún hombre hablar de problemas de violación o ninguneo. Obviamente, tienen problemas porque robos y crímenes los hay en todas partes – y es un tema aparte no excluyente a la lucha feminista -, pero sí sienten mayor seguridad por el hecho de ser hombres y ser el sexo fuerte.

Esto no es sólo negativo para la libertad de la mujer. El hombre de repente recoge una carga y una responsabilidad por viajar con la mujer en esos países. Aunque ellos no quieran y no sean conscientes, el hombre que acompaña no sólo es acompañante, si no que protege. El país que visita le carga una responsabilidad encima que quizá él no quiere tomar. Para pagar la cuenta en un restaurante, para comprar un billete en un museo, para simplemente preguntar «qué quiere de beber su mujer», para poder coger una habitación compartida entre dos personas del sexo opuesto sin ser marido y mujer y poder viajar más económico. Una mujer en un viaje les limita a ambos. Esto del machismo y el patriarcado cala hondo en nuestras mentes en cosas sencillas del día a día y hace más daño de lo que parece. En nuestro día a día esto no parece tener sentido, pero cuando viajamos a países donde la cultura no respeta a la mujer por igual que al hombre, ya no es cosa de los demás, también nos repercute a nosotros.

No me quiero alargar más en contar ejemplos de abusos que he podido sufrir yo o cualquier mujer viajera porque serían interminables y no quería meterme en ello. Lo que me interesa más sacar a la luz es esa creencia limitante que tenemos todos y que está tan arraigada en nuestras mentes y que es necesario cambiar. Además si nos mantenemos en nuestra cegera de género, ningún otro cambio tendrá sentido ni será sostenible.

La revolución claro que tiene que ser política, en las instituciones y en la familia, pero primero tiene que empezar en nuestras mentes y es necesario ser solidarias con las mujeres del resto del mundo en esto del feminismo. No será posible una evolución feminista mientras haya mujeres y hombres que piensen que ya tienen todos sus derechos ganados y obligaciones repartidas, que ya no hay nada por lo que luchar. Porque quizá en nuestros países estamos medianamente bien o podemos conformarnos pensando que estamos un poco mejor que las del resto del mundo. Pero si eres viajera, enseguida te darás cuenta de que tú tampoco eres libre, de que hasta que todas las mujeres del mundo no sean libres, no se las trate con integridad y se las respete por igual, mientras no desaparezca el miedo de nuestra mente y mientras tengamos que decir «allí no puedo ir porque soy mujer», ninguna seremos libre y, por lo tanto, ellos tampoco.

 

¡Gracias por leer este post!

Si quieres más información sobre el estado de la mujer viajera o quieres consejos para viajar sola, te recomiendo un libro para ello:

10 libros para viajar
LIBROS: VIAJERAS
SI TE HA GUSTADO ESTE POST NO TE PIERDAS…
IMG_7708
VIAJE EN SOLITARIO POR ANDALUCÍA
PUEDES SEGUIR MÁS VIAJES EN DIRECTO EN MI CUENTA DE INSTAGRAM Y LOS VLOG EN YOUTUBE

instagram_circle_black-512youtube_circle_black-512

Un comentario en “MUJERES VIAJERAS Y FEMINISMO

Deja un comentario